Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios . . .
Cuando nosotros confesamos con nuestros labios que somo de Dios o que tenemos un relaciona-miento con El, nuestro actitud, comportamiento, y nuestro carácter son nuestro testigo.
Las primeras dos lineas de este versículo son claras. Ensename hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios.
En otras palabras, Yo voy aprender y hacer la voluntad de aquel que es mi Dios. Mirando para tu comportamiento/carácter en tu casa, trabajo, escuela, iglesia, haz hecho la voluntad de quien? Quien ha sido tu Dios?
No comments:
Post a Comment