PREPARANDO EL TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO: EL CASAMIENTO

y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 

Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

Mateo 19.5-6

Muchos de nosotros sonamos con el día de casarnos. Si o no? Quizás hasta siente mariposas en el estomago en solo pensarlo. Pero sabe lo que es interesante? Hay muchas personas que se quieren casar, mas cuando se trata de Dios, la persona quiere quedar como soltera. La persona tiene miedo de comprometerse, miedo de dejar la vida de soltero para tras. Ella no esta dispuesta de sacrificar: tener un compromiso. En la realidad, aquel que no esta casado con Dios, o ni tiene el deseo de hacerlo, no esta preparada para estar en una relacionamiento. Porque nuestro casamiento, nuestra relacionamiento con los demas, es un reflejo de nuestra comunion, nuestra alianza con Dios. Esa es la realidad mi amigo y mi amiga. 

Si nosotros queremos ser un solo cuerpo con Dios, tenemos que saber, que en este casamiento, El será la Cabeza. Así como el Senor Jesus es la Cabeza de la Iglesia. En otras palabras, nosotros nos tenemos que someter a El, y a Su voluntad. Y lo digo con todo gozo, porque es hermoso cuando la voluntad de Dios es revelado para nosotros.  Nosotros dejamos de vivir nuestros suenos, para descubrir los suenos de El para nuestra vida. Cuando esto acontece, recibimos la respuesta para esas famosas preguntas: "Por que fui creada?" "Cual es mi propósito en esta vida?" "Que es lo que Dios me creo para hacer?" Suena familiar? Cuando nosotros nos sometemos a El, cuando abrimos mano de nuestra voluntad, y de nuestros suenos personales, la Palabra de Dios es cumplida cuando dice:

. . .  para que comprobéis cuál sea la buena 

voluntad de Dios, agradable y perfecta

Romanos 12.2

Usted tendrá su historia para contar, cuando el Espíritu Santo venga sobre usted. Mas, para ser Uno con El, tiene que ser nuestro mayor sueno: nuestra prioridad. Todos los demás suenos: suenos de casar, de estar en una relacionamiento, de tener su propio negocio, etc, todos esos suenos tienes que ser entregados en el Altar.  En otras palabras: sacrificar aquello, y colocar a Dios en primer lugar. El el lugar donde le corresponde. Nosotros tenemos que vaciarnos de nuestra voluntad, para recibir la voluntad de El. 

Como puedo saber si yo realmente entregue mi voluntad para Dios? Cuando nosotros somos libres de todo nuestro "yo", con toda sinceridad, podemos decir: "Yo no quiero mi voluntad, yo solo quiero la voluntad de mi Senor Jesus. Cuando vivimos para Su voluntad, dejamos que El tome el control de nuestra vida, para que El nos de CUANDO El quiere y COMO el quiere. Todo en el tiempo de Dios.

PREGUNTASE A SI MISMO:

Sera que yo he entregado mi voluntad para Dios?

Cual es mi prioridad: el Espiritu Santo otra cosa?

Sera que aun tengo algo que tengo que colocar en Altar?

Quiero vivir una vida casada con Dios o una vida soltera con el mundo?

Manana es el gran día del evento: "Espíritu Santo: Mi Vida". Y así como una novia nunca se olvida del día de su boda, así también será cuando el Espíritu Santo venga sobre usted. 

Dios los bendiga y hasta manana!